Oh my Bus


Viajar por las calles de Lima se ha convertido en la más terrible tortura, un viaje donde nuestros más fieles compañeros son la angustia, el dolor, el estrés y la paciencia (que la necesitamos). Son miles los peatones, pasajeros y choferes que sufren largas horas de caos en nuestras queridas, pero deslucidas calles.
Me pregunto que diría Dante de todo esto, o ¿acaso incluiría a nuestra capital en uno de los círculos del infierno? , pero en el presente articulo me centraré en lo que muchos pasajeros viven dentro de un micro, combi etc. Allá vamos:

1- La música: ¿Quién en Lima no ha subido a un micro y como fondo musical se ha encontrado al grupo 5, los caribeños, son caliente, los hermanos Yaipen o el mismísimo Tongo deleitando nuestros ya maltratados oídos con chicha, cumbia o algún otro ritmo que para ser franco ya estoy hastiado de escuchar? Así es, y aun recuerdo como anécdota el martes 22 a las 10:15am cuando aborde la línea 129 B con destino a mi Universidad, al subir no pude ni siquiera tener un momento de tranquilidad, ya que el chofer coloco a todo volumen la radio mas popular de la cumbia en el Perú, y todos los pasajeros teníamos que estar tapándonos los oídos para no escuchar tremendo escándalo, tanto así que las lunas vibraban por tan excesivo ruido. En ese momento quise tener a Uma Thurman a mi lado y que con su espada pueda destruir ese aparato que nos da muchas alegrías, pero que en ese momento lo detestaba más que a nada, me refiero a la radio.

2- Pie derecho: se ha convertido en la frase mas utilizada en el diccionario del cobrador. Cada vez que intentamos bajar de un bus, nos dicen: “ey compadre, pie derecho” y nosotros tenemos que hacer miles de movimientos para evitar una caída estrepitosa o algún accidente. Realmente esta situación es lamentable, aun recuerdo a un señor que ante la frase ya mencionada del cobrador no tuvo el equilibrio necesario y cayó estrepitosamente contra el suelo. La pregunta sería: ¿y dónde están nuestras autoridades?

3- La china: Aún recuerdo cuando quise viajar exactamente de la cuadra 21 de Arequipa a la 13, es decir, 9 cuadras y el cobrador me quiso cobrar un sol y sin reparos saco en cara toda su “cultura” y reparo en decir que ellos nos hacían un “servicio” y que por nueve cuadras se debe cobrar un sol rehusándose a darme mi vuelto (yo le había dicho al subir “0.50 a la 13”). Pero con otras personas la situación es peor y muy lamentable.

4- El vendedor: “señores pasajeros, damas y caballeros, vengo a interrumpir su lindo viaje…” son las palabras que escuchamos todos los días en nuestros vehículos de transporte público. Miles de vendedores desde el famoso caramelero que nos ofrece 6 x 0.50 céntimos. Hasta aquel que argumenta que su esposa o hijos están el hospital –receta en mano- y requieren algún tipo de colaboración. Mis pobres oídos ya están cansados de escuchar el mismo discurso.

5- Rexona, no te abandona: Una mañana con mucho sol, muchas personas en un micro y no falta aquel que ha tenido una pelea con el agua y cuyos resultados son fatales para las pobres fosas nasales de miles de usuarios; olores extraños incluso nauseabundos que obligan a los pasajeros a abrir las ventanas y si estas no se pueden como dirían: “caballero nomás”.

6- El dormilón: Parece que Timoteo no surtió efecto la noche anterior, ya que algunas personas se quedan dormidas en los micros, pero eso no tendría nada de raro sino utilizaran como almohadas muy confortables nuestros hombros y lo peor es que no despiertan por más empujones que uno le propine.

Y la lista aún sigue pero de eso me ocuparé en la segunda parte de este artículo, recibo sus comentarios y opiniones. Les dejo esta pregunta suelta: ¿Qué es lo más curioso que les ha sucedido en un microbús?


P.D:Aquí les dejo un video de los Mojarras llamado "Triciclo Perú" disfrutenlo junto con el contenido del artículo.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Felizmente, la gripe porcina no se propaló entre los usuarios del transporte urbano limeño. Uuuuffff...